Teniendo en cuenta que la industria textil es una de las más contaminantes del planeta y que España sólo recicla el 21 por ciento de sus residuos textiles, hablar con un experto en temas de sostenibilidad, es una oportunidad única para comprender los retos del sector. Pionero en impulsar modelos de alto impacto social, Albert Alberich es el actual director de Moda re-, una iniciativa promovida por Cáritas, que se ha convertido en el principal operador nacional de recogida de ropa usada.
Cada año recogen más de 43 millones de kilos de ropa, calzado y complementos de segunda mano, que tratan en sus plantas integrales de gestión de residuos. Cuentan además con cerca de 8.000 contenedores en vía pública y otras localizaciones privadas; y su actividad genera cerca de 1.400 puestos de trabajo, de los cuales la mitad están reservados a personas en situación o riesgo de exclusión social.
¿El plus? Colaboran además con Inditex, entre otros, a través de su “Take back program”, que recoge prendas, calzado y complementos en desuso. Cáritas clasifica la ropa, supervisa su reciclaje para obtener nuevos tejidos o la vende a través de puntos de venta benéficos para financiar sus proyectos sociales.
Pero como el propio Albert apunta “Creo que todos podemos y tenemos que hacer más”. Porque ahora hablar de sostenibilidad significa hablar de reciclaje de ropa usada fibra a fibra, de producir a favor del ecodiseño o de concienciar a los más jóvenes comunicando las ventajas medioambientales y económicas del reciclaje.
¿Cómo nace el proyecto Moda re-?
Nace en marzo del año 2020, con la forma de Cooperativa de iniciativa social sin ánimo de lucro y agrupando los proyectos textiles de diferentes Cáritas Diocesanas de toda España. Algunos de estos proyectos cuentan con una larga tradición de más de 30 años en esta actividad y hoy ya son 50 los proyectos de las diferentes Cáritas que forman parte de Moda re-. El nacimiento de la Cooperativa era la evolución natural del protagonismo que la ropa usada ha tenido en la vida de Cáritas en España.
Por Maria Soler